Hoy fue uno de esos días poco productivo, en el que solo sabes ver la televisión, comer un poco, bostezar, en ocasiones reír de las cosas incoherentes que te dicen algunos amigos, pero en fin... cada domingo es así, sin mucho que pensar sino mas bien relajarse y dormir.

Una tarde tan común como otras tantas, no sabía qué hacer, hojeé libros, revistas, traté de escribir, de dibujar, pero nada me complacía completamente, así que dejé todo de lado abrí mi ventana, me tiré en la cama y comencé a observar el movimiento de cada nube, la lentitud con la que avanzaban, la calma con la que esperaban a que las demás se movieran... horas más tarde partí rumbo a casa de Natalia, en el camino fui testigo de el asalto a un anciano, el pobre hombre con suerte podía sostenerse, que lastima, que culpabilidad la que me invadía al no poder defender a aquel hombre, llegando le conté a Natalia lo sucedido y ambas lamentamos la situación. Al día siguiente vimos juntas al mismo sujeto asaltando pero esta vez a una niña pequeña... fue tan impresionante tal injusticia, pero como siempre nadie hiso nada... más tarde cuando ambas decidimos realizar nuestro trabajo de química en el colegio estábamos terminándolo, cuando nos dimos cuenta que ya era un poco tarde, todo estaba oscuro, y al frente notamos la presencia de un hombre, muy decente, se veía de buena situación debido a como vestía, observaba cada uno de nuestros movimientos... pero lo tomamos como "perseguidas" o simplemente el famoso "muy a pecho", cuando ya terminamos al fin aquel trabajo que nos hiso explotar nuestras neuronas, estaba completamente oscuro, para colmo el poste de luz parpadeaba y no veía la hora en que quedáramos a oscuras, ya nadie quedaba en el colegio, así que antes de que se hiciera mas tarde, partimos con Natalia a tomar colectivo, mientras caminábamos aquel hombre que tanto había observado nuestros movimientos, con una filuda cortapluma tomó a Natalia del brazo y la amenazo para que le entregara su mochila, yo sin saber que hacer solo me quedé callada, el hombre se fue con toda nuestras cosas, Natalia llorando me dice.. ¿Por qué no gritaste? ¿por qué no pediste ayuda? ahora no estaríamos así, sin nada... fue entonces cuando le dije... que sacábamos con gritar, llorar, pedir ayuda, si nadie se hubiera acercado a ayudarnos, por temor a ser lastimada, por temor, por temor... Las nubes actuaron reflejando la actitud del ladrón, que irónico, la lentitud con que el ladrón avanzaba y nos observaba, la calma con la que esperó a que todos se fueran del colegio...